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Berthe Morisot (1841-1895)

Autorretrato
Pintora
Procedencia: Bourges, Francia.
Familia: Edma Morisot, su hermana; Édouard Manet, su cuñado. Julia Manet, su hija. Paule Gobillard, su sobrina.
Aprendizaje: Geoffroy-Alphonse Chocarne; Joseph-Benoît Guichard; Achille Oudinot; Camille Corot.
Técnica: Pintura al aire libre; dominaba la acuarela, el óleo y el pastel, técnicas que llegó a usar simultaneámente.
Escuela: Impresionismo.
Temas: escenas domésticas, especialmente con mujeres y niños; paisajes; retratos; vida cotidiana.
 
¿Por qué nos interesa desde una perspectiva de género?

Al igual que sus compañeras impresionistas, Berthe Morisot fue relegada a la categoría de "artista femenina" por su temática de la vida cotidiana, principalmente escenas domésticas con mujeres y niños, a las que sumó paisajes, retratos, escenas de jardín y de paseos en bote. La recurrencia de esta temática no es casual, sino que deriva de factores históricos:
  • Por un lado está la doctrina impresionista, que dictaba retratar la inmediatez, lo que el artista presenciaba en su vida cotidiana.
  • Por otro, su estatus como dama de la burguesía, que hace que la mayor parte de los espacios públicos estén vetado para ella, viéndose por tanto confinada a aquellos otros espacios a los que estaba predestinada según su clase y su sexo: escenas domésticas, deportes campestres y el círculo de mujeres y niños que las rodeaban.
Berthe y sus compañeras de escuela hacían lo mismo que sus compañeros varones: pintar su entorno social bajo un enfoque impresionista. Sin embargo, todas ellas fueron relegadas a un segundo plano, incluso cuando ellos trataron también temas domésticos.
 
Primeros años. 
 
Berthe Morisot nació el 14 de enero de 1841 en Bourges, en el seno de una familia de la alta burguesía. Su padre era Edmé Tiburce Morisot, arquitecto y prefecto  del departamento de Cher. Su madre era Marie-Joséphine-Cornélie Thomas, sobrina nieta de Jean-Honoré Fragonard, el prestigioso pintor rococó. Tenía dos hermanas mayores, Yves (1838–1893) y Edma (1839–1921), y un hermano menor, Tiburce (1848-?). 

Su familia se mudó varias veces debido al trabajo de su padre. Cuando éste fue contratado en el Tribunal Nacional de Cuentas de Francia, en 1852 la familia se instaló en Passy, en aquel entonces un suburbio rural al oeste de París. Allí, siguiendo las costumbres de la época, la madre introdujo a las niñas en el mundo del Arte en 1857, con la idea de que confeccionaran un retrato de su padre con motivo de su cumpleaños, que celebraban en el mes de marzo. 

Viendo la calidad del trabajo de las niñas, Edmé y Joséphine animaron a Berthe y a Edma a profundizar en su formación pictórica de una forma más seria. Con Geoffroy-Alphonse Chocarne, las hermanas Morisot aprendieron los conceptos básicos del dibujo. Luego recibieron clases de Joseph-Benoît Guichard, que animó a las dos a visitar el Louvre para copiar esculturas; el talento de las hermanas Moristot era tal que su maestro estaba convencido de que se convertirían en grandes pintoras, algo insólito para damas de su condición, para las que la pintura se limitaba al estatus de hobby.

En 1858 Berthe y Edma se convirtieron en copistas en el Louvre, donde entraron en contacto con otros artistas famosos del momento. Luego, cuando las jóvenes empezaron a mostrar interés por la pintura al aire libre, Guichard les propuso que estudiaran con Achille OudinotCamille Corot, uno de los famosos integrantes de la Escuela de Barbizon. Durante los meses de verano, el padre de las muchachas llegó a alquilar una casa de campo en Ville-d'Avray, al oeste de París, para que sus hijas pudieran estudiar con Corot, que se convirtió en amigo de la familia. Berthe perfeccionó pronto la técnica impresionista de pintar al aire libre, creando pequeños cuadros y esbozos que trasladaba a grandes obras que termina en el estudio. 

Berthe Morisot retratada por su hermana Edma, 1865

Primeras exposiciones.

Las hermanas exhibieron por primera vez en el Salón de París en 1864, exposición en la Berthe participó con dos paisajes. Berthe continuará exponiendo de forma asidua en el Salón durante los siguientes 10 años.

En esta primera etapa, la pintora se inclinó por la acuarela y el pastel, que le permitía crear obras ligeras, frescas y luminosas. Por desgracia, es difícil rastrear la evolución de Berthe en esta fase, ya que nunca se sintió  satisfecha con su trabajo y destruyó casi todas las pinturas que produjo antes de 1869.

A finales de la década de 1860, Berthe empezó a interesarse por el retrato. «A menudo pintaba escenas de interiores burgueses con ventanas -nos cuenta The Collector-. Algunos expertos han visto en este tipo de representaciones una metáfora de la condición de las mujeres de clase alta del siglo XIX, encerradas en sus hermosas casas. El final del siglo XIX fue una época de espacios codificados; las mujeres gobernaban dentro de sus casas, mientras que no podían salir a la calle sin un acompañante. En cambio, Berthe usó las ventanas para abrir las escenas. De esta manera, podría traer luz a las habitaciones y desdibujar el límite entre el interior y el exterior.»

Viejo Camino en Auvers (1863)

La hermana de la artista en la ventana, 1869 | National Gallery of Art, Washington D.C

Encuentro con Manet.

Un punto de inflexión en la vida de Berthe fue su encuentro con Édouard Manet, el famoso artista, acontecido en las salas de Louvre en 1868. «El artista Henri Fantin-Latour -leemos en Arthive- presentó a las hermanas Morisot, Edma y Berthe, al ídolo de todos los jóvenes pintores, ese escandaloso y brillante Manet, que se convirtió en la comidilla de París después de su "Almuerzo sobre la hierba" y "Olimpia"». 

Deslumbrado por Berthe, Édouard no tardó en pedirle que posase para él para ‘El balcón’. La proposición suponía un riesgo para la joven, pues Manet era un artista controvertido y en el aire parisino aún resonaban los cuchicheos sobre Victorine Meurent, su modelo favorita hasta entonces. Todos allí debían ser conscientes de la alta probabilidad que había de que la joven se viese sometida a los chismes o incluso al escarnio público en caso de acceder a la propuesta, a pesar de lo cual ésta se materializó.

Manet expuso "El balcón" en el Salón al año siguiente y, para sorpresa de nadie, la obra desató la polémica, generando rumores que acusaban a Berthe de ser una 'femme fatale', pese a que es bien sabido que había acudido al estudio del pintor acompañada por su madre. 

Desde ese momento Berthe se convirtió en una las modelos favoritas de Manet, que se lanzó a retratarla obsesivamente. Berthe no podía ni pretendía disimular su admiración por él en sus cartas, razón por la cual se ha llegado a especular que la relación entre ambos fue mucho más allá de la mera amistad, misterio que aún hoy en día desata ríos de tinta en los medios y en Internet. Lo que sí es factible es que su relación los llevó a influenciarse mutuamente en la esfera profesional. De hecho, fue Berthe quien convenció al pintor para trabajar al aire libre y quien lo acercó al grupo de pintores que acabará integrando el movimiento impresionista

«Berthe Morisot -leemos en Arthive- era la única mujer en la "pandilla de Manet", como llamaban a los jóvenes artistas que desafiaron la pintura tradicional y el Salón (en unos años se los llamaría "impresionistas"). Por las noches, ella no podía reunirse con artistas masculinos en el Café Guerbois, donde sus amigos discutían sobre el destino y el propósito del arte; pero los recibía con gusto en la casa de sus padres y se unía a ellos para pintar al aire libre, hablando de las mismas cosas». 

La madre y la hermana de la artista, 1869-70

Nacimiento del Impresionismo.

Edma continuó trabajando con Berthe hasta 1869, año en el que contrajo matrimonio con Adolphe Pontillon, un oficial naval, y se mudó a Cherburgo. Yves se había desposado con Theodore Gobillard, inspector de impuestos, tres años antes, en 1866. Berthe, sin embargo, se resistía a abandonar su soltería. Quizás a ello contribuyese el dolor que le causó ver como Edma abandonaba la pintura por falta de tiempo y el pesar que eso le causaba. "A menudo estoy contigo en mis pensamientos, querida Berthe -le escribió Edma en cierta ocasión-. Estoy en tu estudio y me gusta escabullirme, aunque sea por un cuarto de hora, para respirar esa atmósfera que compartimos durante tantos años" - Wikipedia.

En 1870 estalló la guerra Franco-Prusiana, que llevó al enemigo a sitar París en septiembre. Degas y Manet, ahora voluntarios de la Guardia Nacional, visitaban a menudo a Berthe y conversaban sobre estrategias de defensa. Eugène, hermano de Édouard, se convirtió en otro visitante asiduo. Como en cualquier asedio, el hambre y las enfermedades se apoderaron de la ciudad; el precio de la carne de burro llegó a triplicarse y los parisinos llegaron a cazar gatos para sobrevivir.  «Con la llegada del invierno -cuenta Concha Mayordomo-, la salud de Berthe se resintió debido al hambre y el frío, por lo que decidió trasladarse a Cherburgo para reunirse con su hermana Edma. Allí volvió a retomar la pintura por primera vez desde el inicio de la guerra, tomando a su hermana y sus sobrinos como modelos para muchas de las que fueron sus obras más emblemáticas, como “La cuna” y “Mujer y niño sentados en el prado”».

Con el fin de la guerra, en 1871, Berthe regresó a París y retomó su carrera artística. 

La cuna, 1872

«Para 1872, tenía más de 30 años y había rechazado al menos a dos pretendientes -leemos en France Today-. En una de las cenas habituales de Madame Morisot en su casa de Passy, ​​mientras su hija posaba para Berthe Morisot con un ramo de violetas, Manet abordó este tema. La hija de Morisot, Julie Manet, lo confirma en su diario: “Ese día, el tío Édouard le dijo a mamá que debía casarse con papá”». «Eugène Manet, el hermano de Édouard, se había vuelto muy cercano a ella -leemos también en Arthive-: era fácil y divertido, entendía y apreciaba su pintura. Y él también era Manet. Cada vez se hablaba más de la boda en las familias de Morisot y Manet». Édouard retratará a Berthe una vez más, posando ya con su anillo de compromiso.

¿Acaso algo se ajó entre ellos en aquel momento? ¿Quién sabe? En el fondo Édouard nunca la trató de igual a igual y desplegó con ella una buenas dosis de condescendencia. «Pensaba que era bonita y la  bromeó con ella y la provocó como si ella despertara algo en él -cuenta France Today-. Una Navidad le regaló un caballete nuevo. Pero aunque elogió y recomendó su trabajo a los compradores, también podría ser condescendiente. Manet escribió a Fantin-Latour el 26 de agosto de 1868: “Las señoritas Morisot son una delicia. Es una pena que no sean hombres”. El novelista George Moore, otro de los amigos de Manet que también encontró encantadora a Morisot, recordó la escandalosa afirmación de Manet de que: “Mi cuñada no habría existido sin mí”».

El espejo de Psiqué, 1876 |  Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid

En 1874, Berthe participó en la primera exposición impresionista con "La cuna" y en primavera organizó una exposición independiente. A partir de este momento no volvió a exhibir en el Salón de París, exponiendo a partir de entonces sus lienzos junto a los impresionistas. Solo se ausentará en una de ellas, en 1879, debido a una enfermedad de su hija. De hecho, Morisot es la pintora cuyas obras integraron más exposiciones impresionistas originales sólo por detrás de Camille Pissarro

En esta época, habiendo adquirido mayor confianza en la pintura al óleo, Berthe empezó a trabajar en óleo, acuarela y pastel de forma simultánea. 

Berthe y Eugène, contrajeron matrimonio el 24 de diciembre de 1974 en Passy. Inmediatamente después de la boda, Berthe escribió a su hermana: "He encontrado un hombre honesto y excelente que, creo, me ama sinceramente. He entrado en una vida positiva después de haber vivido durante mucho tiempo entre quimeras"... «Eugène era un pintor aficionado y estaba muy introducido en los círculos literarios y políticos. Aunque nunca desempeñó un trabajo concreto, apoyó siempre la carrera artística de su mujer, ayudándola a organizar e instalar sus exposiciones». 

Berthe dio a luz a Julie, su única hija, el 14 de noviembre de 1878. Desde ese momento Berthe la retratará en sus cuadros de forma incansable y creará entre ambas lazos de unión muy poderoso.

Julie con Pasie en el jardín en Bougival, 1881

Últimos años.

En abril de 1883, Berthe debe enfrentarse a una pérdida dolorosa: la de su viejo amigo Édouard Manet. "Estos últimos días fueron muy dolorosos -escribe a su hermana Edma-. El pobre Edouard sufrió atrozmente. Su agonía fue horrible, la muerte en una de sus formas más atrayentes, que una vez más presencié de muy cerca. Si a estas emociones casi físicas añades mi viejo vínculo de amistad con Edouard, todo un pasado de juventud y trabajo que se acaba de golpe, sabrás que estoy destrozada". El pintor falleció el 30 de abril, causando a Berthe un gran pesar.

Después de 1885, en contraposición con sus amigos impresionistas, Berthe mostró un renovado interés por el dibujo, lo que la llevó a experimentar con carboncillos y lápices de colores. También se vio influenciada  por la fotografía y el japonismo. Luego introdujo el papel de calco para traspasar el dibujo al lienzo, lo que le permitió composiciones más complejas y un mayor peso de las formas sin sacrificar sus pinceladas impresionistas, haciendo que sus obras tardías fuesen muy distintivas.

Expuso en Londres y también en Nueva York, en la “American Art Association”, en 1886, mostrando la estética impresionista al público norteamericano por primera vez con un éxito apoteósico. 

Eugène empezó presentar problemas de salud en 1891, falleciendo al año siguiente, el 13 de abril, cuando Julia tenía sólo 14 años. Devastada por la pérdida Berthe escribe a su hermana: "He descendido a las profundidades del sufrimiento y me parece que después de eso una no puede ayudar siendo levantada. Pero he pasado las últimas tres noches llorando. ¡Qué lástima! ¡Qué lástima! El recuerdo es la verdadera vida imperecedera... Me gustaría volver a vivir mi vida, registrarla, admitir mis debilidades; no, esto es inútil; He pecado, he sufrido, lo he expiado. Sólo podría escribir una mala novela contando lo que se ha contado mil veces".

En 1894, Berthe viajó a Bruselas para participar en una gran exposición colectiva organizada por La Libre Esthétique, en la que presentó cuatro cuadros. 

Bosque de Fontainebleau, 1893

Berthe Morisot falleció el 2 de marzo de 1895 en París, a los 54 años, aquejada de una neumonía contraída mientras asistía a su hija de una enfermedad similar. Antes de partir, encomendó el cuidado de su hija Julie, que en ese momento contaba con 16 años, a sus amigos Edgar Degas y Stéphane Mallarmé. En su última carta a su hija le dice: "Mi querida pequeña Julie, te amo mientras me muero; todavía te amaré cuando esté muerta. Te lo ruego, no llores; esta despedida era inevitable. Me hubiera gustado estar contigo hasta que te casaras. Trabaja duro y sé buena, como siempre lo has sido; nunca me has causado un momento de tristeza en tu pequeña vida".

A pesar de su prolífica y reconocida producción artística, su certificado de defunción sólo la mencionaba como “desempleada” y sobre su lápida en el cementerio de Passy inscribieron simplemente: “Berthe Morisot, viuda de Eugène Manet”. 

Tras su muerte, la obra de Berthe Morisot cayó rápidamente en el olvido, estado en el que permaneció todo un siglo, hasta que a finales del siglo XX el interés por la obra de Berthe Morisot renació y comenzó a reivindicarse como una de las grandes figuras del Impresionismo francés.

La hortensia

[Update: La entrada fue revisada el 08 de abril de 2023]

Fuentes:
Más información:

Comentarios

  1. Olga Muñiz Rimada8 de abril de 2023, 18:46

    Cuanta información y que bueno ver las pinturas de mujeres tan interesantes al mismo tiempo que conoces su vida.

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Te doy la bienvenida a mis mares.
Muchas gracias por verter en ellos tus palabras.

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